Estamos todos conmocionados por la situación bélica entre Rusia y Ucrania.

No se puede entender que en sociedades cada vez más avanzadas existan acciones tan retrógradas como las guerras.

Todos sabemos por qué se emprenden dichos actos así es que no voy a entrar en ello.

Está claro que noticias así nos conmueven y nos sacan de nuestro centro. Y también está claro que todos queremos ayudar en la medida de nuestras posibilidades.

Este es el motivo por el que muchas personas deciden juntarse en pos de una causa común como por ejemplo meditar o rezar por la paz en el mundo.

Se supone y es evidente que muy poca gente desea la guerra, al menos es lo que creemos, pero eso no significa que todos vivamos en paz ya que cada uno tenemos nuestras propias guerras internas.

Como te comentaba, hay gente que promueve eventos multitudinarios en los que juntarse (física o energéticamente) para meditar, rezar o pedir por una causa en concreto.

Partiendo de la base de que el objetivo es muy loable, desde mi punto de vista no es la mejor opción y explico el motivo.

Cuando estás meditando o realizando cualquier práctica espiritual de este tipo, pones toda tu energía en ello sea la que sea. Y estarás conmigo en que no siempre partimos de la mejor situación individual ya que somos humanos y no estamos por encima del bien y del mal.

Por ello, la mejor manera de ayudar a un fin humanitario específico es llevar ese fin a cada individuo para que la suma de los objetivos individuales conseguidos se transforme en una causa común.

Por lo tanto, si quieres contribuir con la situación actual para conseguir mayor paz en el mundo te propongo lo siguiente:

Alcanza en ti mismo la paz y el amor que deseas ver en el mundo.

De nada sirve querer liberar a los demás del sufrimiento si no puedo liberar el propio sufrimiento interno.

Sería una falsedad y, por supuesto, un movimiento del ego salido de la mente y no del corazón.

Para ello, cuando estés en tu tiempo de meditación no lleves tu energía al exterior, llévala a ti, a tu centro, para mantenerte en él y para vibrar en el estado en el que quieres ver a los que te rodean.

Quieres ver amor, vibra tú en AMOR.

Quieres ver paz, vibra tú en PAZ.

Desde mi punto de vista, esta es la mejor manera en la que puedes aportar tu granito de arena.

Intenta mantenerte en tu centro y conectar con los estados elevados del alma: AMOR, PAZ, DICHA, BONDAD.

Sé que te puede costar pero imagina… Si te resulta difícil conseguir eso para ti… ¿Cómo pretendes expandirlo al resto del mundo?

Uno no puede dar lo que no tiene para sí mismo.

Comienza con una práctica muy sencilla:

Mantente en silencio con los ojos cerrados durante, al menos, 5 minutos.

Al comienzo establece una intención de llevar calma a tus tormentas y deja que vayan llegando a tu mente, los recuerdos y/o pensamientos que te turban como si fueran nubarrones.

Ves observando el movimiento de esos pensamientos, de esas nubes oscuras, como si realmente estuvieras viendo la tormenta desde la ventana de tu casa.

Percibe como van cambiando y pasas de unas situaciones a otras o, mejor dicho, esos pensamientos son los que van pasando por tu mente como si fueran nubes que no puedes coger, nubes que simplemente las ves pasar y desaparecer.

Así, al igual que pasa en las tormentas, tu mente comienza a liberarse e incluso a iluminarse como un cielo despejado con los brillantes rayos de sol.

Haz esto tantas veces como lo necesites para ir soltando esas guerras internas aportando paz a tu vida y tu vida, aportando paz al mundo.

Ya sabes que si necesitas ayuda para encontrar tu centro estoy aquí para acompañarte en el camino.

Si quieres te espero dentro, en ConZENtrO, ¡tu centro online!

Porque recuerda, ¡si estás ConZENtrO, estás contigo! (y por supuesto, conmigo).

Te abrazo…
Silvia.