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¿Aceptas la tristeza?

Hoy estoy triste y quiero compartirlo contigo.

Cuando me siento así mi energía baja lo que no quiere decir que disminuya sino que cambia de sentido.

Esto me ha hecho recordar un texto de OSHO, del que os comparto un fragmento, que define muy bien esta percepción de la tristeza.

 “La tristeza aporta profundidad. La felicidad da altura. La tristeza brinda raíces. La felicidad ramas. La felicidad es un árbol que va hacia el cielo y la tristeza es corno las raíces que se adentran en las entrañas de la tierra. Pero ambas son necesarias y cuanto más se eleva un árbol, más profundidad alcanza al mismo tiempo. Cuanto más grande, mayores sus raíces. De hecho siempre están proporcionadas. Un árbol alto poseerá raíces hundidas en la tierra en igual proporción. Eso es equilibrio.”

Es lógico pensar esto ya que, al igual que ocurre en el resto de la existencia hay un equilibrio cósmico de las fuerzas y energías basado en la ciencia, de este modo uno no puede existir sin el otro y los dos se complementan.

Siempre pongo el mismo ejemplo pero es realmente esclarecedor.

Visualiza el movimiento de un péndulo. Cuanto más extenso sea su recorrido hacia un lado, más lo será hacia el sentido contrario. Y sin embargo, cuanto más corta sea su trayectoria en un sentido, menor lo será también en el otro.

Lo mismo ocurre con la profundidad y con la altura. O como dice uno de los grandes principios herméticos: “como es arriba es abajo y como es adentro es afuera”.

Podría hablar largo y tendido de estos principios pero no es el tema de este post por lo que prefiero dejarlo para otro día y centrarme en el de hoy sabiendo que están totalmente relacionados.

Como os decía, con el ejemplo del péndulo se ve muy claro y si no compruébalo por ti mismo: coge un objeto y hazlo pendular.

Observarás lo que te acabo de explicar.

Evidentemente, para que un árbol pueda soportar cierta altura debe tener una buena base que la sostenga con unas buenas raíces bien arraigadas en la profundidad de la tierra.

Todo ello, me ha hecho pensar en la sociedad y en la infelicidad suprema que vive la mayoría de la gente, de lo que extraigo la siguiente reflexión.

Si miras a tu alrededor, por norma, no ves felicidad y si hablas con las personas te dirán que la felicidad no existe y que como mucho, experimentan momentos de felicidad pasajeros y fugaces como un relámpago.

Entonces, tomando como referencia el texto de OSHO y dando por verdadera esta correlación, la falta de felicidad en nuestra sociedad implicaría falta de tristeza pero sin embargo vemos todo lo contrarío, nos relacionamos a diario con personas vacías sin una chispa de luminosidad en su mirada.

Entonces… ¿Qué es lo que está pasando para que esto falle?

Pues muy sencillo, si hacemos un intenso análisis de lo que está experimentando la sociedad descubriríamos que no es tristeza lo que están viviendo sino un estado de frustración permanente, consecuencia de una tristeza no aceptada.

Y es que aclaremos, vivir momentos de tristeza no es lo que te aporta profundidad y por lo tanto altura y felicidad. No.

Lo que te aporta esa profundidad es penetrar en la tristeza, no rechazarla sino aceptarla y aprender a experimentarla desde dentro sin querer esconderla, ni maquillarla, ni atiborrarla de comida basura para cualquiera de nuestros sentidos.

Sí, digo bien, comida basura para nuestros sentidos que lo único que hace es adormecerlos para que no puedan sentir. Y hablo de sentir en general. Sentir cualquier emoción o sentimiento como la tristeza pero también la felicidad. Y lo peor de todo es que ese aturdimiento nos hará creer que somos personas felices siendo, realmente, zombis en busca de una sola cosa: más comida basura para seguir adormeciendo nuestros sentidos.

Y así entramos en un eterno bucle del que no podemos salir al igual que el hámster en la rueda de ratón.  

Por lo tanto, la cuestión es sencilla: si a medida que profundizo en la tristeza me elevo en la felicidad y la mayoría de la gente rechaza penetrar en la tristeza, ¿cómo podemos hacer para ser felices?

Rechazamos la tristeza por miedo a sufrir sin caer en la cuenta de que el propio rechazo ya te hace entrar en el sufrimiento porque la tristeza, al igual que el dolor, forma parte de nuestra condición humana.

Entenderlos es vital para poder aceptarlos.

Y para ello es necesario que veamos a estos sentimientos o emociones como mecanismos que nos ayudan en la vida a ser, por ejemplo, personas más empáticas hacia nosotros mismos y hacia los demás mejorando, sin duda, nuestras relaciones sociales.

También nos ayudará a ser personas más serenas y equilibradas por el simple hecho de conocernos mejor. Porque sí, está relacionado y te explico por qué:

Es habitual rechazar sentimientos como la tristeza porque nos conectan con las profundidades de lo que somos. Estamos tan acostumbrados a vivir de cara al exterior que adentrarnos en la propia oscuridad nos aterra y nos produce un rechazo absoluto pero sólo se trata de miedo a lo desconocido.

En el momento que comencemos a familiarizarnos con las profundidades más oscuras de nosotros mismos ese desconocimiento desaparece y pasa a ser un lugar de culto, “tu refugio”.

TU REFUGIO, míralo así.

Somos animales y al igual que los animales se esconden en su guarida cuando están heridos para lamer sus heridas nosotros, cuando estamos tristes o abatidos, necesitamos nuestro tiempo para refugiarnos y salir reforzados de esa pequeña cuarentena.

Eso hará que te eleves sobre tus propias circunstancias y la próxima vez que pases por una situación similar que te lleve a esas emociones o sentimientos los vivirás de una manera más serena y equilibrada e, incluso, buscarás tú esa profundidad de la tristeza para comprobar que, cuando salgas de ella, te lleva también a las alturas de la felicidad.

Y recuerda, no estás solo. Si no sabes cómo hacerlo te acompaño en el camino.

Te espero dentro, en ConZENtrO ¡tu centro online!

Porque recuerda, ¡si estás ConZENtrO, estás contigo! (y por supuesto, conmigo).

Te abrazo… 🌱🙏🌺
Silvia.

 

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13/05/2022

2 responses on "¿Aceptas la tristeza?"

  1. Un día en un curso de meditacion nos dijeron ¿qué haríais si un bebé está llorando en su cuna desconsoladamente? todas dijimos cogerlo,calmarlo, arrullarlo, nosotras somos ese bebé y nos tenemos que coger, amarnos, arrullarnos con todo el amor y dejar que pase, yo me lo imagino así, recogida, acunada en unos brazos amorosos y dejándome estar

  2. Cuanta razón hay en tus palabras y que bien expresado, simplemente perfecto y reflexivo.

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