Por si no te has dado cuenta, el tiempo pasa. Nos pasamos los días de aquí para allá, sumidos en nuestras cosas y de repente te encuentras en un nuevo año que acaba de comenzar “2022”.

Por cierto, ¡Feliz Año Nuevo!

Y es que avanzamos por la vida sin darnos cuenta de que la vida avanza más rápido por nosotros y de repente… ¡Voilá! terminamos un año lleno de ciclos para comenzar otro que nos espera, de igual manera.

Y es que la vida, sin conciencia, parece “el día de la marmota” repitiendo hechos y circunstancias que nos pasan desapercibidos si  no ponemos atención al momento presente.

Seguramente te hayas encontrado en más de una ocasión con el dilema de cómo podrías detener el tiempo o cómo sacarle más horas al día y no hayas encontrado ninguna solución.

Pues aunque está claro que el día tiene sólo 24 horas y que el “tiempo avanza” sin contemplaciones y sin detenerse, hay algo que podemos hacer para estirar los minutos volviéndonos más productivos en las actividades de nuestra rutina diaria dándonos, incluso,  la sensación de detener el tiempo en el mismo momento en que realizamos dicha “acción”.

Ya sé que te estás preguntando por esa “acción” que puedes hacer para detener el tiempo porque la necesitas para vivir y te aseguro que es cierto, la necesitas, pero no por los motivos que tú crees sino por los otros múltiples beneficios que te reportará.

Pues bien, la única manera de parar el tiempo es a través de la meditación.

Y sí, también sé que te habrá decepcionado la respuesta porque lo más probable es que pienses que en lugar de darte más tiempo te lo quitará ya que debes dedicarle un ratito cada día pero te aseguro que a medida que profundices en su práctica lo vas a descubrir por ti mismo.

No te voy a engañar, al  igual que ocurre en cualquier tipo de entrenamiento, los principios te pueden resultar tediosos sobre todo cuando nunca antes lo has realizado. Es más. Te diría que cuando te sientes en silencio a observar tus pensamientos te darás cuenta de lo lento que pasa el tiempo.

Y es que todo es relativo pues llegará un momento en tu práctica de meditación que pienses justo lo contrario, que han pasado cinco minutos cuando en realidad ha sido una hora.

Por eso decimos que el tiempo se detiene, porque es como si dejase de existir ya que entras en un espacio de “no-tiempo”, entras en contacto con el momento presente y aquí, no hay pasado ni futuro, sólo este instante, el AHORA,  donde no hay tiempo.

Es difícil explicar con palabras lo que sucede en el estado de meditación si no lo has vivido.

Muchas personas abandonan la práctica porque no llegan a tan ansiada meta y precisamente ese es el problema, comenzar con una meta. Ponernos altas expectativas que lo que van a provocar es un bloqueo de la propia experiencia.

Por eso, cuando comiences a meditar no lo hagas por alcanzar ciertos estados que te hayan contado o vivir determinadas experiencias.

Si eso llega, será maravilloso. Pero si no lo hace también será una aventura poder adentrarte en tu propio espacio interior para sentir, simplemente, la respiración. O quizás penetrar en tu mente para observar tus pensamientos siendo el testigo de tu propia agitación mental. Puede que el primer paso sea notar qué partes de tu cuerpo están tensas o relajadas. O incluso, si tienes un poco más de práctica, percibir los latidos de tu corazón desde dentro en diferentes partes de tu cuerpo sin implicar el tacto, tan sólo a través de tu conciencia corporal.

Todo esto que te acabo de relatar es por sí mismo un regalo maravilloso que puedes hacerte porque… ¿Cuántas veces te paras a observar estas sensaciones?

Si quieres llevar tu experiencia vital a un plano superior te invito a que experimentes por ti mismo esta práctica sabiendo que es un camino que se traza con el tiempo y que no por hacerlo de vez en cuando vas a poder disfrutar de sus mieles.

Por eso sé paciente y compasivo contigo mismo pues, al igual que un bebé, irás evolucionando a medida que vayas creciendo con su práctica.

Y antes de despedirme quiero decirte algo muy importante a tener en cuenta:

“Recuerda que la persona con la que vas a encontrarte cuando te sientes en silencio es contigo por lo que hazlo con el mismo amor y respeto con el que lo harías si fuera un ser querido”.

Date cuenta de que eres la única persona con la que vas a convivir toda una vida por eso aprende a tratarte de forma paciente y tolerante, esto te ayudará a serlo también con los demás. Y no te asustes al mirar hacia dentro pues verás las propias sombras que no siempre son agradables pero sí un ejercicio necesario para ver eso que no nos gusta de nosotros, aceptarlo y cambiarlo para convertirnos en alguien mejor.

Si no sabes por dónde empezar y quieres saber más ponte en contacto con nosotros.

Te espero dentro, en ConZENtrO ¡tu centro online!

Porque recuerda, ¡si estás ConZENtrO, estás contigo! (y por supuesto, conmigo).

Te abrazo… 🌱🙏🌺
Silvia.