Hace algunos días publiqué el comienzo de este post en redes sociales donde lanzaba la pregunta que verás más adelante acerca del otoño. Evidentemente, esa cuestión era el preámbulo de una reflexión que paso a comentarte a continuación.
Habrás observado que conforme nos acercamos a esta estación es habitual hablar sobre la importancia de soltar, de dejar ir lo que ya no sirve, de vaciarnos para llenarnos nuevamente.
Y está claro que en el plano mental lo comprendemos pero ¿de verdad integramos esta necesidad desde un punto de vista vital?
Comprender las cosas a nivel intelectual es el primer paso, por supuesto, pero si vamos más allá y las convertimos en algo experiencial descubriremos el poder sanador de las mismas ya que sentiremos que no estamos aislados de todo lo que nos rodea sino que somos un ecosistema con unas dinámicas comunes para todos.
Podemos observar fácilmente en la naturaleza cómo existen unos ciclos que se expresan a través de las diferentes estaciones: primavera, verano, otoño e invierno y cada uno de ellas tiene unas características diferentes.
Si observamos el comportamiento de la vegetación en el otoño vemos que el colorido de las plantas se apaga. Las hojas se secan cayéndose de los árboles para volver a la tierra y fundirse con ella. Esto implica envejecer, vaciarse, soltar y, por tanto, desaparecer de la vida poco a poco.
Esas mismas estaciones naturales están sucediendo en nosotros continuamente puede que coincidan en tiempo con las propias de la naturaleza o no.
Si te cuesta verlo observa que es en el otoño donde la caída del cabello se agudiza, ¿por algo será?
El hecho de aprovechar esta época para hacernos conscientes de ello y emprender ciertas acciones que favorezcan esta energía potenciará nuestra intención.
Quizás te estés preguntando por los beneficios que puede aportarte comprender esta circunstancia. Pues te soy sincera: todos y ninguno.
Realmente tu vida no va a cambiar significativamente a un nivel práctico pero a nivel interno y trascendental puede que sí notes ciertos cambios positivos.
¿Qué significa a nivel interno y trascendental?
Pues la propia expresión lo dice:
Aprovecha esta época para vaciarte de todo aquello que ya no necesitas porque todo en la vida tiene su tiempo y si permanece más del indicado, el resultado puede ser realmente negativo.
Voy a hacer un símil que te puede resultar esclarecedor por la sencillez del mismo y porque todos, en mayor o menor medida, hemos pasado por ello en algún momento de nuestra vida.
Piensa en lo que sucede en el proceso digestivo por ejemplo.
Cuando ingerimos alimentos estos no quedan por completo en nuestro cuerpo sino que extraemos lo que necesitamos para sobrevivir y el resto se convierte en desecho que debemos eliminar.
Si esto no sucede y vamos llenándonos de sustancias inservibles para nuestra vida llegará un momento en que se vuelvan tóxicas para nuestra salud y comencemos a sentirnos cada vez peor hasta el punto de dejar de comer.
Y entonces, ¿qué sucedería? ¡Exacto! Si no nos vaciamos no podremos seguir metiendo nuevos alimentos.
Éste es un ejemplo perfecto para comprender la vida a todos los niveles.
Si no soltamos lastre no podremos cargar con cosas nuevas. Si no tiramos ropa vieja que ya no nos vale, no podremos meter prendas nuevas en el armario y si las metiera, no tendrían su sitio para darles la importancia que merecen pasando desapercibidas e incluso olvidándome de ellas.
Lo mismo ocurre con las circunstancias, problemas y sufrimientos del pasado.
Es imposible llenarte de nuevas vivencias si sigues aferrado a todo lo que ocurrió en el pasado.
Para empezar porque no tendrás la ocasión de descubrir esas nuevas oportunidades que te da la vida ya que la cantidad de cosas con las que cargas te impedirán ver.
Sí, te impedirán ver lo nuevo porque estás aferrado y apegado a lo viejo de tu vida.
Esto ocurre con las personas que padecen una depresión.
Todos tenemos derecho a sentirnos mal en determinados momentos y además, lo veo necesario para crecer como personas. Pero lo que es totalmente innecesario y perjudicial es engancharse al dolor, la enfermedad, la angustia y el sufrimiento pasados vivenciándolos una y otra vez a través del recuerdo ya que te impedirán ver las bendiciones que hay en tu vida.
Con esto no estoy diciendo que olvides, en absoluto, de hecho lo más probable es que recuerdes con mayor nitidez y de manera más objetiva todo lo que viviste en el pasado convirtiéndose en recuerdos saludables para ti en lugar de enfermizos
Ayudándote a ser más feliz en la vida que te queda por vivir.
Y si crees que tú sol@ no puedes hacerlo busca ayuda. Existen multitud de magníficos profesionales que estarán encantados de hacerlo.
Por mi parte te animo a explorar la web por si alguna de las opciones de trabajo personal que planteo fuese de tu agrado.
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Porque recuerda, ¡si estás ConZENtrO, estás contigo! (y por supuesto, conmigo).

Te abrazo… 🌱🙏🌺
Silvia.